Reproducimos de las memorias de Sor Lucía, la parición de la Santísima Virgen a los tres niños, hoy 13 de mayo, día en el que se cumple el primer centenario de las apariciones de la Virgen del Rosario en Fátima.
El 13 de junio de 1917, se apareció Nuestra Señora a
los tres niños y les pidió que volvieran el 13 de julio. Les volvió a pedir que
rezaran el Rosario todos los días. La conversación continuó:
Lucía preguntó: “Quería pedirle que nos llevase al
Cielo.”
Nuestra Señora: “Si; a Jacinta y a
Francisco los llevaré pronto. Pero tu quedarás aquí algún tiempo más. Jesús
quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. El quiere establecer en el
mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. A quien la abrazare, le prometo la
salvación; y estas almas serán queridas de Dios como flores puestas por Mí para
adornar su trono.”
Lucía preguntó tristemente: “¿Me quedo aquí sola?
Nuestra Señora: “No, hija. ¿Y tu sufres
mucho? No te desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu
refugio y el camino que te conducirá a Dios.”
Lucía: “Fue en el momento en que dijo estas palabras,
cuando abrió las manos por segunda vez. Delante de la palma de la mano derecha
de Nuestra Señora estaba un corazón cercado de espinos, que parecían estar
clavados en él. Comprendimos que era el Inmaculado Corazón de María, ultrajado
por los pecados de la humanidad, que pedía reparación.”