domingo, 21 de mayo de 2017

EVANGELIO VI DOMINGO DE PASCUA

JUAN 14, 15-21

Dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».



JESUCRISTO, ¡qué fácil me resulta decirte que te amo, olvidando que obras son amores, y que el amor a ti se demuestra amando al prójimo! Quiero aceptar y guardar tus mandamientos, con la ayuda del Espíritu, cuyo envío me garantizas con tu palabra y con la promesa de tu presencia: no os dejaré huérfanos. Te doy gracias por el anuncio de esa unidad contigo y con el Padre. ¡Una persona tan débil e infiel como yo, en el seno de la Trinidad!